viernes, 20 de noviembre de 2009

A Cappa y espada...

Querido Ángel,

Soy quemero desde que nací, y nunca pude ver al Globo campeón de primera. Hace unos meses creía que íbamos a estar festejando el campeonato pero, una vez más, no pudo ser. Quiero decirle que a mi entender aquel equipo reivindicó valores que parecían olvidados en nuestra sociedad, fue un equipo solidario que jugaba y se divertía, por amor al fútbol, al arte, a la gente.
A pesar de tantas derrotas y puñaladas… Siento que no todo está perdido, y que siempre habrá ilusión…
Vivimos en una sociedad que sólo valora a los “ganadores” en lugar de honrar la dedicación, el trabajo y el esfuerzo. Hasta hace unos meses, para muchos medios usted era un profeta del buen juego, un sabio que nos enseñaba cosas todos los días. Pero, lamentablemente, por una jugada, por una puta jugada mal cobrada, pareciera que de nada sirvió todo lo que usted hizo… Que todo fue en vano porque no se ganó el campeonato… Por una patada… Por una puta falta no cobrada. No podemos cambiar el pasado, pero sí podemos cambiar la lectura del pasado.
Una tristeza no puede tapar tanto orgullo sentido, tantos goles gritados, tantos aplausos. Porque pareciera que sólo sirven quienes ganan, quienes consiguen títulos, como si el esfuerzo y el trabajo realizado por los demás no sirviera de nada. Se aplaude a los triunfadores y se aplasta a los derrotados. Esta es la historia de la humanidad, ¿por qué el fútbol sería la excepción a todo esto?
Ángel querido, siento que sólo si usted se queda en Huracán vamos a poder aspirar a algo semejante en el futuro. Entiendo el desgaste lógico, su estado de ánimo y las desilusiones, pero quiero que sepa que si hay alguien que puede superar todo lo que usted hizo por el Globo, es usted.
Por eso, LE PIDO QUE SE QUEDE, SI POR MI FUERA, TODA LA VIDA, PERO POR LO MENOS UN CAMPEONATO MÁS. Para darnos el gusto de hacer callar a las voces de los ingratos y de los mediocres.
El pueblo quemero está de pie para agradecer las alegrías, para resistir ante los atropellos y las injusticias, para reivindicar lo que nos hizo felices, por un rato sí, pero felices. Que el desconcierto ante la derrota y la injusticia no nos haga olvidar tantos orgullos, tantas gambetas, toques, caños y paredes. Y por eso mi agradecimiento infinito.
Gracias Ángel, gracias por devolvernos estos valores que muchos creían desterrados de la sociedad argentina.
Con los años ya vendrán los títulos y las consagraciones.
Pueblo Quemero: ¡¡DE PIE!!
Juan Pablo Temelini (2009)

martes, 1 de septiembre de 2009

Los floggers del Abasto

INVITACIÓN CONGRESO ALAS 2009

La influencia de las TIC en la conformación
de nuevas subjetividades y formas de sociabilidad
entre los adolescentes: el caso de los floggers del Abasto


Los invitamos a la exposición de la ponencia este miércoles 2 de septiembre a las 09.00 hs en el Centro Cultural de la Cooperación (CCC) en Av Corrientes 1543.


sábado, 11 de abril de 2009

Bizarren Miusik Parti

BIZARREN MIUSIK PARTI


“Bizarren: la fiesta dionisíaca de la postmodernidad”



“Hay personas que,

por ignorancia o estrechez de espíritu,

se sienten repelidas por estos fenómenos,

como si se tratase de una enfermedad contagiosa,

y en la plena confianza de su propia salud,

las satirizan o las miran con piedad.

Estos desgraciados no sospechan la palidez cadavérica

y el aire espectral de su “salud”

cuando pasa delante de ellos

el huracán de vida ardiente de los entusiastas dionisíacos”.

(F. Nietzsche)



Disfraces, máscaras, pelucas, sombreros y luces de colores. Desde que llegó la fiesta Bizarren podemos decir que en la ciudad de Buenos Aires el carnaval dura todo el año. Una vez por mes, Nicolás Cors -el cerebro de la fiesta-, se encarga de organizar la Bizarren Miusik Parti, que se ha convertido en furor entre quienes buscan diversión y alegría.


El collage


La Bizarren es eso. Un collage. En plena postmodernidad, en donde el clima de época está constituido por una necesidad de “volver”, retomar lo anti-cool forma parte de una “onda retro” que re-significa símbolos cambiando su contenido.


En la Bizarren se produce una combinación de elementos del pasado que se hacen presentes como mensajes que la historia reciente envía con nostalgia. La Bizarren es un pastiche, un montaje en donde se fusionan fragmentos de films y decorados con personajes del cine, la televisión y la música argentina de los 1980’s y 1990’s.


¿Se imaginan a Mario Baracus tomando un “speed con vodka” observando escenas de “Mingo y Aníbal” mientras baila la marcha peronista?


¡Grandiosa sensación onírica!


En la Bizarren se producen escenas que solamente en sueños podrían llevarse a cabo. Al contemplar con los sentidos la totalidad de esa experiencia real, entendemos que no es sueño la vida, y que es mejor vivirla que soñarla.


No todos van disfrazados, no hay tal imperativo para ingresar. Entre los que sí lo hacen, algunos evocan a los héroes de nuestra infancia como Hijitus, Batman y Robin, la Mujer Maravilla y He-Man; otros eligen a ídolos inmaculados como el Diego y el Manosanta, o a villanos como el Guasón, el Acertijo y Gatúbela; pero también aparecen personajes bizarros de la publicidad reciente como la Caja Vengadora. Todos pueden entrar, no hay una sola estética admitida porque TODAS son admitidas, de eso se trata, de producir esa combinación, ese pastiche. A esta imagen, o sensación visual, hay que agregarle la música: temas de Jugate conmigo, Cacho Castaña, Sandro, el Puma Rodriguez, Sergio Denis y la marcha peronista. Además, suben al escenario invitados como Teto Medina, Pablito Ruiz, Paolo el Rockero, Los Sultanes, Nicky Jones, personajes de Titanes en el Ring, El Profesor Lambetain, Machito Ponce, Daniel Agostini, un imitador de Charly García, Donald, Pipo Cipolatti, El Doble de Sandro, Willy Polvorón, Pocho la Pantera y Alcides. Desde el inicio (alrededor de las 11 de la noche) hasta el final (después de las 6 am) las barras están repletas de jóvenes, algunos disfrazados y otros no, ávidos de bebidas alcohólicas. Y es que todo esto no estaría completo sin la embriaguez, sin los efectos de algún narcótico que provoquen un cambio de estado. Al igual que todas las civilizaciones y culturas anteriores, la sociedad actual también requiere de las fiestas para expiar las almas de los sufrientes, para hacer catarsis, para escapar del mundo cotidiano “sano” y “normal”.


Los personajes que suben al escenario son aclamados por los jóvenes, son las celebridades retro que, en un contexto diferente al que los vio nacer, resurgen de las cenizas para encontrarse con un nuevo público que los idolatra como héroes incomprendidos que han regresado desde el pasado.


Cuando Machito Ponce canta “Samantha” cientos de flashes del pasado vienen a nuestras conciencias: el caso Cóppola, “el jarrón”, Mauro Viale, Jacobo Winograd, Silvia Suller… ¿Cuántas “samanthas” hay hoy? ¿Cuántos “mauros”? Hemos naturalizado de tal manera a este tipo de personajes que ya perdimos la dimensión actual que han cobrado en los medios.


La frivolidad de los 1990’s ha sido procesada como extremadamente ostentosa, obsena y, por lo tanto, plausible de ser considerada extravagante o bizarra. Una sociedad que es capaz de producir la Bizarren, es una sociedad que puede reírse de ella misma, y eso es una forma de la autocrítica.


Con sencillez y aire popular Willy Polvorón nos conmueve porque nos canta con voluntad y pasión: “¡Se me calienta la morcilla!” y “Let it be”. En sus canciones, le canta a la amistad, al mate y al asado. Cómo resistirse a su fulminante frase: “la vida es una sucesión de asados”. Soberbia frase que dejará pensando a más de uno…


“¡Al-ci-des! ¡Al-ci-des!”


Alcides es visto como uno de los máximos exponentes de “la cumbia vieja” y, en este sentido, es considerado como uno de los pioneros de la movida tropical, por eso es “legítimo” y aclamado por un público que habitualmente no asiste a las bailantas de la ciudad o del conurbano bonaerense. Porque Alcides es de “antes” y “no es como la cumbia de ahora”. De esta manera, este ícono de la movida tropical de los noventa es transportado a nuestros días como un referente de la música “divertida”. Como si fuera una máquina del tiempo, la Bizarren desentierra a personajes “not-cool” o “grasas”.


Fiesta dionisíaca


Nietzsche fue quien contrapuso el “espíritu apolíneo” al “espíritu dionisíaco”. Por un lado Apolo, el dios griego del sol y la luz; y, por otro lado, Dioniso, el dios del vino y la embriaguez. Para Nietzsche, Dioniso es la voluntad, el deseo, lo irracional, la exaltación de los sentidos a través de lo sublime y del baile. Apolo, en cambio, representaría la luz de la razón y la armonía. En las tragedias griegas, Dioniso sería el Coro, es decir, lo colectivo; mientras que Apolo sería los Personajes, es decir, lo individual. En esta dualidad, la embriaguez, el deseo y la voluntad se oponen a la belleza de la forma, el éxtasis de los sentidos a la luz de la razón, el día a la noche.


En la Bizarren, todo es fiesta, deseo de tocarse, baile, frenesí y embriaguez. El pogo es re-significado como una práctica en donde todos se tocan, se abrazan, saltan, bailan y cantan. Las rondas colectivas, los abrazos como eslabones de cadenas humanas y las corridas al ritmo de la cortina de “Benny Hill”, todo eso es contacto físico con el otro, todo es un gran ritual de adoración a Dioniso.


Mientras haya Bizarren habrá noches de alegría, diversión y embriaguez. Y cada una de esas noches Apolo será derrotado por Dioniso.


Juan Pablo Temelini (2009)

lunes, 23 de febrero de 2009

Los del medio

El piso cruje y el cielo se desmorona. Mientras tanto, los del medio permanecen ahí, en el medio, bien quietitos. Calladitos. Y agarrados de un cielo que se cae y parados sobre un piso que no para de moverse.

Son quienes se viven cayendo,
porque se mueren por subir.
Son quienes se golpean la frente contra los zapatos,
porque se la pasan agachando la cabeza.
Son quienes quieren subir por una escalera que tiene los escalones rotos,
rotos por los que subieron antes que ellos.

Herederos del medio pelo que ven pasar a la vanguardia,
y que zozobran en la duda,
y que vacilan en la encrucijada:
¡Despierten de la siesta dominguera!
¡La Historia quiere devorarlos!

Mientras los pueblos van cavando -con pico y pala- en los cimientos del viejo orden, los del medio todavía ahí están... Preocupados por no soltarse de una soga que no está atada a nada.

Juan Pablo Temelini (2009)