viernes, 25 de julio de 2008

Ciudad Secreta

Ciudad escondida que lates sin cesar y contemplas al mundo, desde abajo.

Nuestros cuerpos te recorren y se pierden en tus noches.

Tus venas subterráneas son oscuras y tus misteriosos túneles recorren tu interior.

Tus calles son laberintos. Y en ellos nos chocamos y nos encontramos, sin conocernos, sin buscarnos. A la vuelta de cada esquina, debajo de cada puente y subiendo cada escalera…

En la vorágine de todos los días,
en este mundo de lo instantáneo, de la velocidad,
quiero pensarte,
quiero mirarte,
quiero detenerme a contemplarte.

Hoy, que la vida transcurre a mayor velocidad y en donde todo explota con mayor facilidad y rapidez,
quiero detenerme a contemplarte.

Porque en tus calles puedo verme.
Porque en tus calles puedo reconocerme.
Porque en tus calles está nuestra historia y nuestra identidad.

Como en el país del sueño de Poe y la ciudad sin sueño de García Lorca, animales salvajes nos persiguen y nos pellizcan para recordarnos que estamos despiertos.

Y esa punta, esbelta y erguida, que emerge con soberbia desde las profundidades, pertenece al unicornio mágico que yace dormido debajo de esta ciudad…

Ciudad escondida que aún no has dejado de latir y sigues contemplando al mundo, desde abajo.

Ciudad secreta, ya eres parte del mundo.

Juan Pablo Temelini (2008)

sábado, 12 de julio de 2008

Amor Urbano



Como si todo se convirtiera en noche, apagué los ojos por un rato, para que la abstracción quede gravitando sobre una vigilia que ya quería bajar la guardia. Tirado en la cama y escuchando a Brenda Wilson todo parecía tan perfecto. Mi vida se cerraba en una circunferencia perfecta, y justamente eso la hacía cíclica, esférica, oscilante. Si tan solo ese círculo se abriera un poco... Tan solo un poco, para dejar entrar a alguien más... Ese maldito círculo.

Las venas que recorren esta ciudad oculta son los escenarios menos predecibles de nuestras vivencias. Cuando doblé esa esquina, y te encontré, y me encontraste, nuevamente, sin buscarnos, coincidiendo en estas calles, por azar, por destino, o por conexión metafísica.

En esta madrugada, tan azul y con un cielo lleno de estrellas, las únicas luces son tus ojos enfocando los míos. Como en los carnavales y los corsos, andamos saltando al oír la música y los versos más tristes que acompañan la nostalgia.

Siempre escondiéndonos debajo de algún puente, esos maravillosos puentes que la ciudad nos regala y nos construye para inspirar los besos más furtivos.

La imperfecta poesía del suburbio se completa cuando tomo tu mano y acaricio tu rostro y beso tus labios y le muerdo la cola al destino. En los potreros del amor no hay pelota de trapo, y entre bares, copas y besos le amago al sueño y le tiro un caño a la melancolía.

Y si toda esta ciudad cabe en nuestras manos.
Y si todas estas calles nos llaman por nuestros nombres.
Y si casi nada parece parecerse a todo aquello que creíamos recordar.
Y si, por lo menos, esta noche decidieses quedarte conmigo, en este suburbio escuchando esos caños de bronce sobre aquel escenario iluminado.

Todo valdría tanto la pena. Todo sería tan alpiedelaletra.

Juan Pablo Temelini (2008)